Durante nuestro recorrido por el centro de Vietnam, hicimos una parada de un día en Hoi An, una pequeña ciudad costera situada en la provincia de Quang Nam, a solo 30 km de Da Nang.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, Hoi An es conocida por su bien conservado casco antiguo, repleto de casas tradicionales, farolillos de seda y canales navegables.
Hoi An tiene fama de ser la ciudad más bonita de todo Vietnam, por eso, nuestras expectativas eran altas. Y sí, Hoi An tiene una belleza indiscutible, pero la experiencia me dejó sensaciones encontradas.
Casco antiguo de Hoi An: historia, luces y turismo
El centro histórico de Hoi An, especialmente por la zona del río Thu Bon, es sin duda su joya. Entre calles empedradas, casas coloniales de colores ocre y mercadillos bulliciosos, se respira una atmósfera encantadora. Paseamos por el Puente Japonés (Chùa Cầu), construido en el siglo XVII, uno de los íconos más fotografiados de la ciudad, con su estilo arquitectónico único que mezcla influencias japonesas, chinas y vietnamitas.
La ciudad fue un importante puerto comercial entre los siglos XVI y XIX, atrayendo comerciantes de Japón, China, Portugal, Francia e India, lo que dejó una huella visible en sus templos, salones de asambleas, casas comunales y gastronomía.
Lugares que no te puedes perder en Hoi An:
Puente Japonés (Chùa Cầu)
El símbolo más emblemático de Hoi An, este pequeño pero elegante puente cubierto fue construido en el siglo XVII por la comunidad japonesa que vivía en la ciudad en ese momento. Une los barrios chino y japonés y es único por tener un templo taoísta integrado en su interior, dedicado al dios del clima, Tran Vo Bac De.
El puente está decorado con esculturas de monos y perros, que marcan el año en que se comenzó y se terminó su construcción, según el calendario lunar. Por la noche, iluminado por los farolillos, adquiere un aire casi místico.
Entrada: Se requiere el ticket turístico del casco antiguo para cruzarlo oficialmente.

Sala de Asambleas Cantonesa (Quảng Đông Hội Quán)
Construida en 1885, esta sala fue el centro de reunión de la comunidad cantonesa en Hoi An, una de las muchas que se asentaron aquí durante la época dorada del comercio internacional. Su arquitectura destaca por su ornamentación: techos con tejas vidriadas verdes, dragones tallados, columnas esculpidas y estatuas de animales mitológicos.
En su interior, hay un templo dedicado a Quan Cong, un general chino venerado por su lealtad y coraje, símbolo de justicia y protección espiritual para los mercaderes.
Consejo: Detente en el patio central para admirar el pequeño estanque con carpas koi. Es un remanso de paz.
Mercado nocturno de Hoi An (Hoi An Night Market)
Uno de los mayores atractivos al caer la noche. Situado en la isla de An Hoi, justo al cruzar el río desde el casco antiguo, este mercado cobra vida al anochecer con más de 50 puestos alineados en la calle Nguyen Hoang.
Aquí puedes comprar farolillos de seda artesanales, ropa hecha a medida, cerámica, arte callejero y comida local. También es el lugar ideal para probar dulces vietnamitas, crepes de arroz, brochetas a la parrilla y zumos naturales.
Tip: Si quieres hacer una foto mágica, compra un farolillo flotante y lánzalo al río. Es una tradición para pedir deseos.
Museo de la Cultura Sa Huynh
Ubicado en una antigua casa colonial, este museo alberga artefactos arqueológicos de la cultura Sa Huynh, una civilización que habitó la región hace más de 2.000 años.
Exhibe urnas funerarias, herramientas de bronce, joyería y cerámicas, mostrando un retrato fascinante de cómo vivían estas comunidades pre-champas. Es una parada breve pero muy enriquecedora para quienes disfrutan de la historia antigua del sudeste asiático.
Entrada incluida con el ticket turístico del casco histórico.
Calles Tran Phu y Nguyen Thai Hoc
Estas dos calles paralelas atraviesan el corazón del casco antiguo de Hoi An y son, sin duda, el alma peatonal de la ciudad. Caminar por ellas es como retroceder en el tiempo: fachadas amarillas cubiertas de musgo, balcones de madera, faroles de colores y un sinfín de tiendas, cafés y sastrerías.
- Tran Phu alberga muchos de los monumentos históricos: salones de asambleas, templos y casas antiguas.
- Nguyen Thai Hoc, un poco más comercial, es ideal para encontrar galerías de arte, boutiques de diseño local y cafés con encanto.
Recomendación: haz una pausa en un rooftop café al atardecer para ver cómo se encienden los farolillos sobre el casco antiguo. Mágico.

Un día en Hoi An: Lo que no me gustó
La magia se va diluyendo a medida que sales del casco viejo. El resto de la ciudad es mucho más común: ruido de motos, casas sin mucho encanto y una sobrecarga de turismo que hace que todo se sienta un poco artificial. Cada pocos metros hay un puesto de souvenirs, ofertas para clases de cocina vietnamita, alquiler de bicis, sastrerías exprés y actividades diseñadas únicamente para el turista extranjero.
Además, la mayoría de templos, casas antiguas y museos requieren entradas de pago separadas, y la calidad de la visita no siempre está a la altura. Esto le resta encanto al paseo.
Lo que me gustó de Hoi An: Ruinas de My Son
Lo que más me gustó de Hoi An fue la visita a las ruinas hindúes My Son, uno de los sitios arqueológicos más importantes de Vietnam y un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999.
Están a las afueras de la ciudad, en la provincia de Quang Nam, a unos 40 kilómetros al suroeste de Hoi An y a aproximadamente 70 kilómetros de Da Nang.
Este conjunto de templos hindúes fue construido entre los siglos IV y XIII.Son unos de los más importantes vestigios de la cultura Champa, antigua civilización instalada en el sudeste asiático que fue finalmente absorbida por el imperio vietnamita.
Está situado en un valle rodeado de montañas y una exuberante vegetación, lo que lo convierte en un lugar pintoresco y espiritual. Son templos bastante bonitos aunque fueron destrozados en su gran mayoría por la Guerra de Vietnam. De 70 que había solo quedan 20.
Ahora mismo muchos están en reconstrucción pero aun así creo que ha merecido la pena la visita. Es un como un Angkor Wat en minuatura.

¿Y las playas de Hoi An?
Hoi An también presume de tener algunas de las mejores playas del centro de Vietnam:
- An Bang Beach: tranquila, con bares bohemios y buenos sitios para comer marisco fresco.
- Cua Dai Beach: ideal para relajarse con vistas abiertas al mar de China Meridional.
Por desgracia, nos llovió sin parar dos días, así que no pudimos disfrutar de ellas como queríamos. ¡Habrá que volver en otra época!
¿Qué comer en Hoi An?
La comida callejera aquí es otro gran atractivo. Algunos platos típicos:
- Cao Lầu: fideos gruesos con cerdo y hierbas locales.
- White Rose Dumplings (Banh Bao Vac): empanaditas de arroz rellenas de camarón.
- Banh Mi Hoi An: muchos dicen que aquí se prepara el mejor banh mi de Vietnam.
Siguiente Destino: Hue, la Antigua Capital Imperial
Un día en Hoi An fue más que suficiente. Hoi An me pareció bonita y con historia, pero también algo sobrevalorada por el turismo masivo. Si solo tienes un día, céntrate en el casco viejo, prueba su comida típica y haz la excursión a My Son. Si tienes más tiempo, alójate fuera del centro, explora sus playas y piérdete por los arrozales.
En nuestro caso, el segundo día nos despertamos con lluvias así que no pudimos disfrutar de las playas. Por eso, decidimos avanzar. A la 1 del mediodía tomamos un autobús hacia Hue, la antigua capital imperial de Vietnam. Allí nos espera la impresionante Ciudadela de Hue, la Ciudad Púrpura Prohibida y más historia, cultura y arquitectura imperial. ¡Esperamos que el tiempo nos acompañe!
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