Campos de té de Puer; conociendo la China más profunda
En unos de nuestros viajes por Yunnan fuimos a visitar los campos de té de Puer. La ciudad de Puer (普洱) se encuentran al suroeste de la provincia china de Yunnan. Es una zona conocida por ser el lugar donde se cultiva y da nombre al famoso té de Puer (普洱茶).
Aproveché mi primera semana de vacaciones por Navidad (solo 4 días) para viajar a Puer con unos cuantos amigos que había conocido recientemente en Kunming (dos españoles y un argentino).
¿Cómo ir de Kunming a Puer?
En autobús cama
Para ir de Kunming a Puer, anteriormente, solo estaba la opción de ir en autobús. Se tenía que coger el autobús en la Estación de Autobuses Sur de Kunming. El viaje en metro desde el centro de la ciudad de Kunming a la estación sur dura unos 45 min.
En nuestro caso, cogimos el autobús nocturno (con cama) hacia Puer. Salimos a las 10 de la noche y llegamos sobre las 6.30 de la mañana. El trayecto en si son unas 6 horas aunque el autobús hace un stop de 3 horas para que el conductor descanse.
Mejor opción, ahora hay Tren Bala
Desde 2022, afortudamente, hay un tren bala que te lleva a Puer desde la estación de trenes de Kunming. El viaje dura tan solo 2h 30 minutos. El precio puede oscilar entre los 20 euros y hay trenes desde 7 am hasta las 8 pm.
¿Qué hacer en la ciudad de Puer?
Llegamos el día de Noche Vieja a la ciudad de Puer. Después de registrarnos en el hotel, nos fuimos a dar un paseo por la ciudad. Se notaba que era un sitio con pocos turistas ya que la gente nos miraba aún más de lo habitual.
No encontramos nada interesante por el centro más que uno mercado callejero muy auténtico, así que decidimos ir a una aldea a hora y media de la ciudad a ver los campos de té donde mi amigo Héctor ya había estado anteriormente hacía poco.
Cogimos el autobús a las 12:00 del mediodía sabiendo que el último para regresar a la ciudad pasaba a las 14.00 p.m. Igualmente, decidimos ir. Al bajar del autobús y caminar un buen rato llegamos por fin a la aldea. Eran las dos y ya sabíamos que no podríamos volver en autobús. Nos tocaba volver caminando o haciendo autostop, quedarse allí la noche de fin de año sin saber dónde dormir no era una opción.
Visitando los campos de té de Puer
Aun así intentamos no pensar en eso y fuimos a visitar la casa de una familia que uno de mis amigos había conocido la primera vez que estuvo allí. Cultivaban té de Puer y vivían justo encima de los campos de té. Nos invitaron a tomar té con ellos. No hablaban mandarín sino un dialecto de la zona así que la comunicación era algo más que complicada.
Después de un rato intentando comunicarnos con el hombre de la casa y explicarle nuestra situación como pudimos, al final, nos pudo encontrar a alguien del pueblo para que nos bajara antes del anochecer por unos 200 yuanes, eso si, no sin antes ofrecernos varias veces quedarnos a dormir en su casa.
Una vez tranquilos nos dimos una vuelta por los campos de té y por el pueblo. Al cabo del rato, nos invitaron a comer con la familia y casi sin darnos cuenta nos acabamos emborrachando con baijiu (el alcohol más típico de China). Era de propia cosecha así que no se podía rechazar.
Al final, sobre las 6 de las tarde bajamos en camión a la ciudad. Íbamos algo borrachos y muy contentos por el resultado final de nuestra aventurilla. Por la noche, nos fuimos a cenar barbacoa (muy típico en China) y después de fiesta a celebrar el año nuevo en la única discoteca del pueblo. Sin duda fuimos la atracción de la noche.
¿Qué ver por los alrededores de Puer?
Ninger, un pueblo chino auténtico
Al día siguiente nos fuimos a Ninger, a ver a la novia de Héctor. El pueblo está a una hora de Puer, rodeado de montañas y, en mi opinión, mucho más bonito que Puer.
Solo llegar nos invitaron a una comida popular y mientras nos hinchábamos a comer. De vez en cuando nos venía alguien del pueblo a darnos la bienvenida haciendo un brindis, por supuesto con baijiu. Después de comer el día transcurrió con normalidad, dando vueltas por el pueblo mientras la gente nos miraba.
Al tercer día, fuimos a ver un templo y a hacer barbacoa al río. Después volvimos a comer, esta vez con los amigos de Ivy y nos siguieron invitando a beber baijiu. Por la noche, fuimos otra vez de fiesta. Estuvimos en un bar jugando a juegos chinos de beber y acabamos yendo a un pub donde ya todo se volvió borroso.
El último día de viaje visitamos una pagoda en lo alto de la montaña. Justo al lado, había un bonito mirador. Por la tarde decidimos volver a Kunming ya que, después de cuatro días estábamos algo cansados, sobre todo después de tanto comer y beber. Si algo quedó claro en este viaje a Puer es que a los chinos les encanta beber alcohol.
Si estás planeando un viaje a China y quieres visitar los campos de té de Puer, puede interesarte nuestra ruta con chófer y guía por el sur de Yunnan.
Además, si quieres saber más de Yunnan, échale un vistazo a mi lista de las 5 cosas que más me han sorprendido viviendo en China o al post sobre Yuanyang, las terrazas de arroz de Yunnan.
No hay tierras extranjeras. El viajero es el único extranjero.
– Robert Louis Stevenson, The Silverado Squatters –